Las Cadenas de Loine II — 2ª Ed. Ronda de Blogs Colaboradores
22:00
Hola amigos y amigas! Estoy
aquí de nuevo con la segunda parte de la historia para la ronda que organizan
Gema y Sara de los blogs Delirios a Máquina y Katherina Thoughts. Como ya os comenté en la entrada anterior sufrí
cierto bloqueo con el comienzo de la historia, pero las cosas han mejorado algo
respecto a la semana anterior. Quiero agradecer los comentarios positivos que
he recibido, la verdad es que me han animado un montón.
Para aquellos que no sepan de
que va la cosa os dejo un enlace con la primera parte de esta historia que no
tiene título –por ahora-, y los que ya leísteis el comienzo seguid adelante!
Espero que os guste! ;D
Estaban sentados en lados
opuestos de la alargada mesa que había en el comedor. Ramsey disfrutada de su
cena mientras que la señora Rosemary permanecía totalmente callada e inmóvil,
aguantando con fuerza el rosario que se enredaba entre sus dedos y rezándole a Dios
por tal de no perder la cabeza.
Escuchaba los gemidos de su hija
constantemente y con ellos llegaban ideas alocadas a su mente. Ella misma había
luchado contra la brujería y había condenado a algunas vecinas a la muerte por
ser siervas del propio satanás. Pero ahora era su hija quien estaba siendo
manipulada por los hilos del demonio, y su doctrina pulcramente religiosa
estaba viéndose fragmentada en diminutos añicos.
Las velas en el centro de la mesa
iluminaban la habitación, y las flameantes llamas se reflejaban en la mirada de
Ramsey que observaba con detenimiento a su esposa. La había convencido para mantener
la calma y esperar a que los efectos de la enfermedad que estaba sufriendo su
hija cesaran, pero la mujer había caído en un extraño trance que no lograba
comprender. No hablaba, ni expresaba sentimiento alguno a excepción del horror
que sentía por convivir en aquella casa donde habitaba el maligno. No dormía,
rezando contantemente en voz alta intentando ignorar los sonidos que se
escurrían entre las grietas de aquella casa de madera, provenientes de la
habitación de la pequeña Loine donde sangre de su propia sangre se retorcía torturada
por el ángel caído.
La señora Rosemary se levantó
dejando el plato intacto y la criada, una mujer de color ébano de origen sureño
se apresuró a recoger los platos para después escabullirse entre sombras y
desaparecer. Ramsey también se levantó y se acercó a su esposa para rodearla
con sus brazos e intentar darle la fuerza que su Dios no le daba, pero ella
escapó del abrazo y correteó escaleras arriba conteniendo el llanto.
Recordaba a la perfección los
rostros de las cuatro brujas que habían sido condenadas a la horca. Habían sido
vecinas, amigas incluso. La sola idea de tener al demonio merodeando por la
aldea de Salem le producía no solo miedo, si no también repugnancia. Incluso
había disfrutado al observar los últimos lamentos de aquellas mujeres instantes
previos a ser aniquiladas. El sonido de sus cuellos romperse habían sido
trofeos que guardaba en su memoria como la aplastante victoria de su creencia
religiosa ante las artimañas de satán, pero ahora satán había atacado de nuevo,
y su furia se desataba contra su propia hija.
Sus pasos fueron sigilosos a través
del pasillo de la planta superior, pero aun así la madera crujía bajo la suela
de sus zapatos. La señora Rosemary
agarró aquel rosario del que no concebía separarse y se dirigió hasta los
aposentos de su hija. La puerta estaba cerrada, pero tan solo tuvo que rozarla
para que esta se abriera muy lentamente. Su mirada se perdió en la oscuridad, enfrentándola
e intentado distinguir entre las sombras a su hija amordazada en la cama. Pero entonces
un rostro blanquecino le devolvió la mirada, una sombra gris con forma de mujer
que se desplazaba por la habitación como un ente libre. Sus ojos eran luces y
su olor tan fétido como la propia muerte, y la señora no pudo hacer otra cosa
que gritar y cerrar la puerta de inmediato, con el corazón atormentado y el
rostro bañado en lágrimas.
Ramsey subió nada más escuchar el
grito. No debían de formar ningún escándalo a aquellas horas de la noche si no
querían que todo el pueblo empezase a hacer preguntas, como había ocurrido un
par de noches atrás con el señor y la señora Black. Mantener la calma era lo
único que salvaría a la pequeña Loine de la horca pero al parecer su mujer era
incapaz de retener con fuerza y rectitud la nefasta noticia de la enfermedad de
su hija, puesto que era aquello lo que Ramsey creía firmemente, que su pequeña
niña de ojos azules tan solo había contraído una enfermedad que le producía un
dolor inhumano. Lamentaba el haberla amordazado, pero sabía a ciencia cierta
que las particulares circunstancias que se estaban viviendo en la aldea podrían
señalar a Loine como una bruja, tal y como había hecho su mujer.
El señor Rosemary acarició el
rostro de su esposa intentando con ello calmarla, pero su acto produjo en su
mujer el efecto contrario.
-
¿Acaso no ves lo que ronda entre nuestras
pareces, Ramsey? ¡Acaso no lo ves!
-
Por favor, esposa… - susurró él conteniendo las
ganas de golpearla. – No grites, hablemos de ello tranquilamente… Pueden
escucharnos.
-
¡Me da igual que escuchen! ¿Cómo puedes parecer
tan tranquilo cuando nuestra hija resulta ser una maldita…
El golpe fue oportuno, puesto que
la palabra bruja no llegó a
pronunciarse. La señora Rosemary se
llevó la mano al rostro, exactamente donde había ocurrido el impacto de los
dedos de su esposo contra su mejilla. Lo observó con ira, desafiante, pero con
los ojos al borde de escupir lágrimas por doquier. Después, cabizbaja, observó
el rosario que se le había caído al suelo tras la inesperada agresión y se
agachó lentamente para rescatarlo de su abandono. Cuando se alzó de nuevo lo
hizo con el valor renacido, aquel único golpe le había dado al fin la razón.
Alzó sus manos y las entrelazó con las de su esposo, y después enrolló su
preciado amuleto alrededor de la muñeca de Ramsey.
-
No lo pierdas, esposo mío… - le susurró una vez
abandonó el contacto absoluto con su rosario. – Parece ser que no soy la única
que necesita el apoyo de Dios en este nuestro hogar…
Aquella fue la primera noche que
la señora Rosemary se permitió dormir, tenía muy claras sus intenciones y aún
en sueños aguardaba impaciente a que los primeros rayos de sol despuntaran el
alba. Cuando la luz se filtró por la ventana y el canto de los pájaros llegó a
sus oídos, la mujer abrió los ojos de inmediato y se atavió con las primeras ropas que encontró en su
armario. Después bajó a la sala principal y se abrigó, pues la brisa matinal
bien podía traerle un catarro indeseado. Cruzó la aldea a paso firme y
descubrió al viejo James Sethgood dormido en el porche de la familia Black,
aguardando con su horca de dos puntas oxidadas y con un par de velas apagadas
en su regazo. Continuó recto hasta llegar a una enorme casa de dos plantas, y predijo
con certitud que el pastor debía de estar despierto a aquellas horas de la
mañana.
Cruzó el jardín y después subió
las escaleras del porche hasta la entrada principal de la vivienda. Respiró
profundamente y sus nudillos colisionaron con la puerta de madera, y aguardó
pacientemente hasta que escuchó pisadas al otro lado.
-
¿Quién es? – dijo la voz ronca del pastor
Germany.
-
Soy Lilith Rosemary, pastor.
La puerta se abrió de inmediato y
el rostro de Jack Germany quedó totalmente al descubierto. Era un hombre anciano
de tez rígida y amenazante, con una barba perfectamente perfilada cubriendo su mandíbula.
Tenía el pelo canoso y en partes poco abundante, y sus ojos color negro miraban
a la señora Rosemary con cierta inquietud.
-
¿A qué se debe la visita? – preguntó tajantemente,
para después toser de forma un tanto preocupante.
-
Señor Germany… me temo que hay otra bruja entre
nosotros…
El anciano la miró horrorizado y
le hizo un gesto para que entrara a la vivienda. Lilith Rosemary dudó durante
un instante pero el daño ya estaba hecho: tenía que confesar. Dio dos pasos al
frente y cruzó el umbral decidida, y el pastor cerró la puerta con una ansiedad
desmesurada por conocer el nombre de la siguiente bruja a la que dar caza.
4 comentarios
Hola!!! Lo leí esta mañana pero no pude comentar desde el móvil, no sé que le pasa al aparato ese que no me deja iniciar sesión en blogger -.-
ResponderEliminarBueno, en este capítulo he visto un poco más de acción, me ha encantado, conocemos un poco más a la familia Rosemary y me entraron muchas ganas de saber si la señora Lilith será capaz o no de delatar a su hija. Ah, el gif da todo el miedito XDD parece la versión "femenina" de Golum xDD
Esperaré al tercero con muuuchas ansias. Yo estoy atrasada en el mío, a ver si lo publico ya y me pongo las pilas con el tercero.
Un besote :D
O: Chan, chan, CHAAAN! (?).
ResponderEliminarPobre señor Ramsey. No ha de ser fácil para él. Por otro lado, situándose en esta época, la actitud de Lilith es totalmente comprensible. Ugh. Complejo xD.
Y pobrecilla la hija, seguro ha de estar sufriendo ahí amarrada y todo eso (xD qué genial el gif que has puesto, btw). Pero, bueno, si Lilith se va aconfesar con el pastor, seguro no le queda mucho de vida u-u. :/ Aunque sufrirá antes de morir, tho.
O: Será interesante ver si Ramsey intenta salvarla aún cuando todo el pueblo esté en su puerta listo para dar muerte a la bruja, incluyendo a su esposa. Pero creo que me estoy adeltantando xD.
*-* Qué ganas de leer lo que viene. De verdad, me ha gustado un montón esta historia ♥ (oh, quizás quieras saber que he encontrado dos dedazos: falta una S en "rezando contantemente en voz alta" y hay una C en vez de una D en "¿Acaso no ves lo que ronda entre nuestras pareces, Ramsey?" :3).
En fin. ¡Nos leemos pronto! :D
Ahora sí se puso interesante! Qué raro que la madre sea capaz de hacerle eso a su propia hija, lo hubiera esperado del padre, pero es un buen toque.
ResponderEliminarTe doy un consejo que me dieron hace poco sobre los diálogos: usá el guión largo, que es el de los diálogos; en Word es un poco difícil de encontrar, pero está (Insertar > insertar símbolo > símbolos especiales).
Sigo leyendo!
Lo único que no me ha gustado es la imagen jajaja pero porque soy así de cagona.
ResponderEliminarEl capítulo ha estado genial y has dejado la intriga a flor de piel jaja
¿Caza de brujas? Se pone súper interesante ^^
Y como Tahis, a ver la reacción de la madre....
Sigo leyendo!!!
Un besazooo!